«Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos.Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá»
Esto es lo primero que nos llega al pensar en ellos. Su historia nos demuestra que, a veces, ya las cosas venían escritas y que tarde o temprano, lo que ha de suceder, simplemente «sucede».
Lo segundo que nos llega es algo más personal, esa sensación de carga positiva que se te queda al conocer gente así. Hay momentos en los que necesitas bajar la cámara y observar, vivir ese momento que te están regalando. Una sensación de bienestar poco descriptible.
Al hablar del «hilo rojo» podemos extrapolarlo también al resto de personas que aparecen en tu vida. Cuando creíamos que el círculo ya estaba cerrado, de pronto, de forma casi inesperada apareció Lucía Pitters. De una manera totalmente natural se ha ido convirtiendo en la tercera pieza de Mi Lima Limón. Así que, con este post, primero de muchos en los que trabajaremos juntas le damos la bienvenida a nuestro equipo.
¡¡¡Bienvenida Lucía Pitters!!!